domingo, diciembre 19, 2010

TODO LLEGA Y TODO PASA

La noche perfecta…
Antonio Jarabo Velayos

Salgo con las ideas bien claras. Sé lo que tengo que hacer para tener una noche perfecta. Llego a mi bar de confianza, como cualquier otra noche, y me apostillo en una esquina de la barra. Te diviso desde la distancia. Y como hoy me siento con fuerzas, hago señales inequívocas de que quiero tenerte cerca. Y sin más miramientos, te pido. Para mí sorpresa, no tardo mucho en conseguirte. Entonces, te miro con deseo, me agarró con firmeza a tus curvas y no me suelto por nada del mundo. Hoy estás más fresca de lo normal. Todo el universo confabula para que estemos juntos y como el momento es el más propicio de la noche, me rindo a tus encantos. Y sin previo aviso, unimos nuestras bocas. Disfruto de un sabor digno de los mejores paladares. Y te voy exprimiendo gota a gota. Y repetimos esta aventura una y mil veces. Y con cada contacto, mi cuerpo se colma de toda clase de sensaciones. Son emociones que pasan silenciosas por el esófago, que van recorriendo mi estomago como hormigas en fila india y que terminan haciéndome cosquillas en los dedos de los pies. Me estremezco por un segundo, recobro el sentido y volvemos a repetir la operación. No me canso de hacerlo una vez tras otra. Inclino la cabeza, cierro los ojos y me dejo llevar como una cometa en un cruce de tempestades. Algo tan rico no puede ser pecado...

Así, cuando menos me lo espero, lo que parecía una relación perfecta muere en dos tragos. De repente todo llega a su fin. Dices que ya no tienes más que darme, que se ha agotado la magia y que este maravilloso elixir que corría por mis labios ya es historia. Y me quedo con ganas de más brindis. Quiero seguir adelante con nuestro particular mano a mano. Quiero continuar disfrutando de este placer primitivo y terrenal. Y es que todo lo bueno es efímero, delicado y escurridizo. No hay nada que hacer. Menos mal, que todavía me queda algo de tu aroma pululando por mis papilas gustativas. Y para mañana el mejor de los recuerdos en forma de resaca. Me marchó para casa, con rubor y cariacontecido. Pero también me voy caminando sufriendo el peso de rascacielos enteros rebosantes de sueños. Unas fantasías que van ebullendo desde mis adentros y que están listas para descorchar en cualquier momento. Las mejores estampas de esta velada, de la que sólo tú y yo hemos sido dueños, quedarán para siempre efervescentes en mi maltrecha y quebrada memoria. Mis pies bailan pasos que mi cerebro no pronuncia. Mi pulso trota tembloroso. Y en mi cabeza retumban ecos de otra vida. Todo se nubla. Ya es hora de irse a dormir. Pero antes quiero otra cerveza, por favor…

Etiquetas:

lunes, diciembre 13, 2010

A MI LECTORA...

Besos…
Antonio Jarabo Velayos

- No hay una mayor sensación en el mundo que marcar el gol de la victoria en el último minuto. Todo el público ruge como leones enrabietados y los aplausos redoblan por cada rincón del estadio. La gente canta a coro tu nombre y todas las miradas están fijas en tu buena estrella. Tus compañeros te abrazan y las cámaras te hacen inmortal. Más o menos, es así como me siento cada vez que estoy dentro de cada uno de tus besos...

- Tus besos son como una adicción a una droga con sus cosas buenas y sus cosas malas. Cosas buenas, como que te produce un carrusel de sensaciones que te llevan a flotar tres centímetros por encima de los demás. Y también cosas malas, como la resaca, las rayadas mentales y el dolor que traen consigo sus efectos secundarios. Y así, sin darme cuenta, poco a poco, cada día esto más enganchado a tus labios…

- Eres como una elegante y escurridiza araña, que con cada uno de tus besos furtivos me vas atrapando como si se trataran de los hilos de una telaraña con sabor a frambuesa. De este modo, los segundos cerca de tu boca son una perdición, que tarde o temprano me llevarán a la sinrazón. Es como un hechizo que cautiva mis sentidos y me doblega a tus encantos, mientras el compás del reloj no para de vigilarnos desde los pies de tu cama…

Esta texto va dedicado a la que, probablemente, es mi única lectora. Espero que ésta actualización te guste mucho más que las anteriores. Gracias por perder tu tiempo en leer éstas maltrechas líneas, gracias por toda la paciencia que estás teniendo conmigo y gracias por ser como eres. Pero, sobre todo, gracias por regalarme tantos besos...

Etiquetas:

viernes, diciembre 10, 2010

PENSANDO DEMASIADO

Lucha a muerte…
Antonio Jarabo Velayos

A veces pienso que, si para que haya algo entre nosotros dos, tengo que luchar tanto, eso quizás quiera significar algo. No sé si es normal tener que pelear tanto para que una relación pueda llegar a buen puerto, cuando se supone que el amor es algo que debería ir fluido, que debería ser precioso, fácil y sencillo. No sé si tanto sufrimiento va a servir para que algún día esto salga adelante. No puedo evitar preguntarme si tanto esfuerzo merece la pena, cuando apenas siento que avancemos nada, y cuando cada día tengo más claro que yo soy el único que se preocupa por seguir manteniendo viva la magia. Y tengo un miedo atroz a la respuesta a todas estas cuestiones. Porque, como se suele decir, no hay más ciego que el que no quiere ver, y yo estoy aterrorizado porque no se si estoy preparado para escuchar la verdad. Y te aseguro que estas dudas no me vienen porque esté falto de ganas o porque ya no sienta nada por ti porque tengo clarísimo que cada segundo te quiero más y más. Eres lo único que realmente mi importa, para mí lo eres absolutamente todo, y no quiero perderte jamás.

El problema está en que mis ánimos están bajo mínimos y mi moral está muy desgastada. Hemos vivido muchas cosas buenas, mejor dicho maravillosas, me has hecho sentir más vivo que nunca, pero también he sentido el mayor de los dolores con cada uno de nuestros desencuentros. En resumidas cuentas, temo que si nos cuesta tanto estar juntos y ser felices, es quizás porque no estamos hechos el uno para el otro. Quizás nuestro destino nos lleve por caminos paralelos y todas las señales que he creído ver, sólo eran fruto de mis deseos incontrolados o eran el resultado de mis sueños de joven ingenuo que deambula perdido bajo la lluvia. Siempre he tenido la esperanza de que si luchaba con toda mi alma por ti, al final recibiría el premio que me merecía, pero ahora, quizás nublado por la nostalgia y el pesimismo navideño, siento que cada vez me quedan menos fuerzas y que tú te has rendido antes de empezar.

Todas las mañanas, cuando abro los ojos un momento antes de que suene el despertador, me despierto sobresaltado con una peculiar sombra anclada en mi cerebro. Se trata de la resaca de mis fantasías, de la huella que dejan mis anhelos de la fase REM. Son unos recuerdos de lo que he soñado que me duran pocos segundos en la mente, pero que me llevan siempre a ti. En esos pocos segundos, aunque parezca paradójico, paso de ser el hombre más feliz del planeta a convertirme en el ser más triste que nadie haya conocido. Y es que, por un par de décimas de segundos, dudo de si todo lo que he soñado es real y pienso que mi vida es perfecta si tú estás a mi lado. Pero al instante, el mundo se me viene encima, me agobio y hasta me entra angustia cuando recobro la cordura y me doy cuenta de que aún sigo sumergido en una lucha sin tregua. Una lucha de la que no soy capaz de retirarme. Una lucha en la que nadie apuesta por mí. Una lucha en la que me enfrento a la opinión opuesta de todos, en la que combato con los fantasmas de tu pasado, con tus dudas, vergüenzas y miedos, y en la que pierdo litros de sangre, sudor y lágrimas con cada estocada que doy. Una lucha que cada día me marchita un poco más por dentro. Una lucha a muerte…

Etiquetas:

martes, diciembre 07, 2010

AUXILIO

Necesito una pequeña dosis de buena suerte…

Antonio Jarabo Velayos
Alguna vez has vivido esas situaciones en las que digas lo que digas todo se complica más y más. Esos momentos en los que cualquier comentario significa cientos de reprimendas, enfados, malentendidos, reproches y sentimientos cruzados. Es como un pequeño copo de nieve que se va convirtiendo vuelta a vuelta en una gigantesca bola de mierda que rueda incontrolable por una rampa sin fin y que cuando menos te lo esperas estalla en forma de avalancha. En esos instantes en los que ves como todos los problemas van creciendo exponencialmente, gritas auxilio sobre aquellas personas que más te importan. Y entonces descubres como más de una mira para otro lado y deja que la corriente te arrastre hacia la oscuridad.

Es incomprensible como por más que patalees, pidas mil perdones o supliques que alguien te tienda la mano, aún así todo está perdido. Poco a poco, te vas hundiendo en el frío y en el desconcierto. Sólo quedan unos milímetros para sumirte en la miseria y nadie parece inmutarse ni un sólo ápice. Es triste, que tengas que sobrevivir a este tipo de cosas para darte cuenta de lo insignificante que eres en el mundo. Eres como un grano de arena en el desierto, una pequeña hormiguita en la selva negra o una aguja en un pajar. Nadie te hecha de menos, nadie te comprende, nadie se preocupa por ti y nadie sabrá nunca lo sólo que te sientes el noventa por ciento del día. Y te dan ganas de llorar, de huir, de maldecir o incluso se te pasa por la cabeza hacer alguna que otra tontería.

Pero qué más da, hagas lo hagas nada va a cambiar. Eres un infeliz y siempre lo serás. La gente es muy egoísta y orgullosa. Es raro que alguien dé su brazo a torcer y reconozca las injusticias de la vida. Cuanto antes lo asumas, mejor. Y prepárate porque la suerte no es para quien se la merece o para el que la busca. La suerte sólo recae en los que menos la necesitan. No te quejes, no murmulles, no levantes la voz. Un consejo: punto en boca y continua como si nada fuera real, porque si refunfuñas más de la cuenta, el copo de nieve comienza a rotar, la pescadilla se vuelve a morder la cola y el estribillo empieza a sonar de nuevo. Y te aseguro que las campanas de esa siniestra cantinela tocan a muerto. Como suele decir el famoso proverbio, ríe y todo el mundo reirá contigo, llora y llorarás sólo. Necesito una pequeña dosis de buena suerte…

Etiquetas:

lunes, diciembre 06, 2010

NO CAMBIES NUNCA...

Gracias…
Antonio Jarabo Velayos

Gracias por sonreír con cada uno de mis comentarios.
Gracias por agarrarme la mano cuando nadie nos mira.
Gracias por ponerte colorada cuando te susurro al oído.
Gracias por hacer que las horas se me hagan minutos.
Gracias por darme un abrazo siempre que lo necesito.
Gracias por aguantarme la mirada durante un segundo.
Gracias por resistir a todos mis celos y mis caprichos.
Gracias por hacerme sentir tan cosas en tan poco tiempo.
Gracias por ser la principal protagonista de mis sueños.
Gracias por regalarme tu compañía y tu conversación.
Gracias por acordarte de mí entre pestañeo y pestañeo.
Gracias por no borrar mi número después de discutir.
Gracias por hacerme llorar por algo que merece la pena.
Gracias por ser sincera conmigo, aunque eso me duela.
Gracias por tu paciencia, tus consejos y tu comprensión
Gracias por las fuerzas que me das para seguir luchando.
Gracias por esos paseos a solas en los que nada importa.
Gracias por ayudarme a entender el significado del amor.
Gracias por inspirarme mil historias cuando pienso en ti.
Gracias por demostrarme tantas cosas sin usar las palabras.
Gracias por todos esos ‘imposibles’ que hicimos ‘posibles’.
Gracias por ser la chica más bonita que jamás he conocido.
Gracias por tener ese ‘algo’ que te hace única y especial.
Gracias por enseñarme a mirar las estrellas con otros ojos.
Gracias por ser mi particular y genuina salida de emergencia.
Gracias por cada uno de esos besos que me has entregado.
Gracias por revelarme todo lo que te ronda por la cabeza.
Gracias por eliminar todos mis problemas con un sólo sms.
Gracias por ser mi enfermera favorita en estos seis meses.
Gracias por hacerme ver cientos de señales por doquier.
Gracias por esos ‘te quiero’ que a veces se te escapan.

Gracias, de verdad, por ser como eres…
No cambies nunca. Mil besos.

Etiquetas:

miércoles, diciembre 01, 2010

AGUDIZANDO LOS SENTIDOS

Hay veces…
Antonio Jarabo Velayos

Hay veces que con cualquier detalle lo imaginas todo y más...
Una llamada perdida que te alegra el día.
Un mensaje que hace sonreír como un bobo.
Un comentario que te desvela y te atrapa.
Un barco de papel arrugado que te abriga.
Un te quiero que te convierte en un quinceañero.

Hay veces que te fijas en cosas a las que nadie da importancia…
Una sonrisa que enciende tu corriente sanguíneo.
Un apretón de manos que te devuelve a la tierra.
Una mirada de reojo que te convierte en cómplice.
Un susurro a pocos centímetros que te sabe a menta.
Un abrazo que siempre resulta demasiado corto.

Hay veces que crees ver cometas donde sólo hay espejos rotos…
Un flequillo coqueto que te nubla con cada contoneo.
Unos ojos que te atraviesan y retuercen por dentro.
Una naricita respingona que te hace mil cosquillas.
Un perfume embriagador que te mezcla los sentidos.
Unos besos que recargan la tinta de tus versos.

Etiquetas: