viernes, mayo 27, 2011

CON LENGUA DE MADERA...

La Teoría del Caos

Antonio Jarabo Velayos

Cada vez estoy más convencido de que la humanidad nace del caos. La fragua de la creación trabaja a marchas forzadas, sin control ni arbitrio, y desde luego sin ningún libro de reclamaciones a la vista. Surgimos, por tanto, de todo desorden y de toda inexactitud. Por eso, todos los hombres tenemos un lado oscuro, una parte de nosotros mismos que queremos ocultar a los demás, pero que cada vez es más constante dentro de nuestra mente. Ese estrés, esa frustración, esa agonía interna cada vez golpea y resuena con más fuerza, nos envenena centímetro a centímetro y nubla nuestro juicio como si se tratará de un efecto mariposa a gran escala.

Entonces llega un día en el que todo parece perdido. Nada tiene interés y todo está teñido de un color gris pena irrisorio, rancio y burlesco, incluso hasta grotesco y estrafalario. Un gris tormentoso. Y caemos en los pecados de nuestros antecesores. Seguimos las huellas de Don Quijote y encerramos todas nuestras locuras en sueños. Y nos quedamos cabizbajos y ojopláticos. Nos quedamos con la lengua de madera y el alma anestesiada. Somos como muertos en vida. Únicamente recordamos los fracasos que hemos protagonizado y fantaseamos una y otra vez con ese mañana ideal.

Es normal, todos pasamos por situaciones que nos hacen desfallecer. Pero no hay que perder la calma. Todos somos capaces de controlar nuestros instintos y nuestros sentidos, sólo tenemos que buscar nuestro propio faro de Alejandría y dejarnos guiar por su luz. Es muy sencillo. Sólo tenemos que ser honestos y enfrentarnos a la realidad. Luchar contra nuestros propios miedos y desenmascarar a esos fantasmas que se alojan bajo las sombras de nuestras alcobas. La fórmula secreta para sobrevivir es simple. Al igual que la música amansa a las fieras, los hombres tenemos ese alguien especial esperándonos en algún rincón del mundo. El cosmos nos regala esa oportunidad.

Con un poco de suerte, tarde o temprano, nos toparemos de frente con nuestro destino. Con esa persona que nos protegerá y que nos salvará de nosotros mismos. Y juntos nos inventaremos un futuro lleno de espejos y reflejos para copiarnos y multiplicarnos mutuamente, para no perdernos de vista nunca y poder ser eternos. Pero esa magia no se puede buscar, le gusta sorprendernos, es caprichosa. Es como en unas puertas giratorias: siempre andamos uno detrás del otro, pero nunca nos encontramos. Esa magia saldrá sola, de la nada, y se aliará con lo ilógico y lo temerario. Es como el rock & roll. Nos arrasará por completo. Seremos mucho mejores. Algún día conoceremos a ese 2+2=5. Algún día descubriremos que la felicidad existe de verdad. Algún día daremos con ELLA… Es la teoría del caos!!!

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