FELIZ, INFELIZ Y VICEVERSA

Paradojas de la vida!!!

Antonio Jarabo Velayos

Cuando todas las estadísticas dicen que el coche es el medio de transporte que más muertes produce al año, resulta que a mi me salva la vida un par de veces por semana. Cuando siento dolor en el pecho, en el corazón, en el alma, él es el único que escucha mis penas y mis lamentos, y lo hace sin rechistar. Cuando de verdad estoy sufriendo, le piso a fondo, y gracias a la velocidad que me imprime y a las maniobras locas y sin sentido que me regala, parece que todo duele un poquito menos. Parece que por una décima de segundo los problemas son menos graves y la amargura ya no es la dueña de mis cabales. Es una victoria agridulce, en la que paso de feliz a infeliz y viceversa en el breve lapso de tiempo que se produce mientras cambio de una marcha a otra...

Gracias a la adrenalina y las endorfinas que libero, consigo anestesiar por un momento todas las ideas que atormentan mi cabeza. Y es entonces, cuando olvido por un instante la vida tan desdichada que llevo. Es una peculiar terapia, a base de acelerones, frenazos, algún que otro derrape, cientos de reproches de los viandantes y toda una quema de billetes gastados en combustible. Necesito recortar rotondas, saltar badenes, hacer cabriolas entre cruce y cruce y acallar todo lo malo con un motor revolucionado a más no poder. Supongo que mi alma gémela, mi equilibrio y mi ojito derecho camina sobre cuatro ruedas, gira con un volante y tiene 120 caballos de paciencia. Está claro que, en mi caso, mi coche es mi mejor amigo... Paradojas de la vida!!!