sábado, febrero 16, 2008

ENTREVISTA A JOSÉ ANGEL DE LA CASA

"Cuando cantas un gol se refleja todo lo que
sientes en ese momento"


Antonio Jarabo

El Curso de Postgrado de Comunicación Deportiva contó la semana pasada con la presencia en sus aulas de uno de los pesos pesados del periodismo deportivo español, José Ángel de la Casa. La intervención del talentoso locutor se centró, principalmente, en dos pilares básicos: la evolución del periodismo deportivo en la historia y la herramienta de la narración deportiva. José Ángel es un hombre por cuyas venas corren miles y miles de horas de locución y es sin duda el narrador deportivo más en boca de todos los tiempos. No en balde, este informador toledano ha estado más de 30 años relatando competiciones olímpicas y citas futbolísticas.

De la Casa es recordado, sobre todo, por ‘dejarse la voz’ retransmitiendo ese emocionante gol de Señor en el histórico partido de España 12 - Malta 1 del año 83 y por ser el encargado de informar de la masacre vivida en Heysel, en la final de la Copa de Europa entre la Juventus y el Liverpool en 1985. También es un comunicador inolvidable por la gran pareja que formó junto al ex futbolista Michel en las conexiones de Televisión Española. Actualmente, compagina su vida familiar con su trabajo como colaborador en Radio Marca. En definitiva, José Ángel de la Casa es, y siempre será, todo un referente en el mundo de los micrófonos.

Después de estar vinculado 30 años a TVE y de haber comentado 300 partidos de la Selección Española, 6 mundiales y 7 juegos Olímpicos, ¿no está cansado del deporte?

No, porque el periodismo deportivo es mi profesión, es mi vida y pienso estar vinculado al deporte hasta que me aguanten las fuerzas.


¿Qué es lo que habría que mejorar del periodismo deportivo que se hace hoy en día?

Es difícil responder a esa pregunta, es muy complicado decir qué es lo que habría que poner y qué es lo que habría que quitar. A mi me gustaría, fundamentalmente, que los profesionales recuperaran la independencia de antaño y que no hubiera tanta vinculación a los medios. Yo echo mucho de menos la frescura que se tenía antes y esa, por lo menos, aparente independencia. Parece que ahora todo el mundo tiene que decir de qué equipo es, cuando desde toda la vida el periodista ha mantenido esa duda. Digamos que antes esa preferencia por un equipo la escondíamos y tampoco se notaba a la hora de realizar un trabajo. Sin embargo, a día de hoy parece que es imprescindible decir de quien eres y a partir de ahí, ponerse a trabajar.

Usted siempre ha dicho que si volviera a nacer, volvería a ser periodista, ¿qué es lo que tiene esta profesión que tanto le enamora?

Simplemente, que es una profesión muy bonita, muy atractiva, tiene muchos lazos con el mundo, con la gente, tiene muchos viajes… me gusta mucho la vida que llevamos. Es como un sacerdocio porque para hacer periodismo, hay que tener una vocación muy fuerte y yo creo que esa vocación nos hace ser a todos un poco especiales.

¿No cree que en los últimos años se ha desvirtuado el periodismo deportivo al caer demasiado en el sensacionalismo?

Yo creo que sí que hay un poco de esto en el periodismo de ahora. Yo creo que esto se debe a que el papel que desempeñan los futbolistas ahora no es mismo, han cambiado mucho. Se han dejado llevar por el mundo de las estrellas y son objeto del mundo del corazón. Antes los futbolistas eran ajenos a todo esto. Recuerdo que hace muchos años, le preguntaba al director de “¡Hola!” que qué tendría que hacer Butragueño para ser portada en su revista y me contestó que, prácticamente, casarse con una infanta. Y yo diría que entonces Butragueño era lo máximo en el fútbol mundial. Pero ahora, se cruza mucho el deporte y el corazón y esa mezcla no es buena ni para el periodismo deportivo ni para el propio periodista.


¿Por qué la Selección Española no vende tanto como puede atraer un partido del Real Madrid o el Barcelona?

Yo creo que la Selección Nacional sí que vende, lo que pasa es que vende tanto como el Madrid o el Barça cuando los partidos son importantes. La Selección Española siempre ha tenido un buen margen de audiencia, pero no cuando se disputan partidos amistosos o encuentros en los que no se juega nada. Yo creo que en los partidos de competición, en los enfrentamientos de verdad, la roja sí que cuenta con el apoyo del aficionado.

¿Sería capaz de volver a narrarnos ahora ese famoso gol de Señor en el partido España-Malta?

Sería imposible porque hace un año Amstel quiso hacer un spot publicitario y me pidieron que les grabara de nuevo el gol. Les dije que era prácticamente imposible porque era un gol tan caracterísitico y tan sentido que la gente enseguida iba a detectar que el gol era falso y a la gente no se la puede engañar. Sin embargo, lo intentamos y estuvimos una mañana entera en un estudio de grabación. Al final, vimos que no quedaba igual, porque cuando cantas un gol se refleja todo lo que sientes en ese momento y eso es irrepetible.

¿Quiénes son para usted los mejores narradores de fútbol que hay actualmente en España?

A mi me gusta bastante Carlos Martínez, y también Juan Carlos Rivero, Manu Carreño, Pere Escobar y José María del Toro. Luego está el surgimiento de Andrés Montes, que a mí, personalmente, me divierte, me distrae, y creo que es una manera diferente de informar y entretener, es una forma provocativa que ha caído bien en determinada gente.

Dada su experiencia como profesional, ¿qué consejo puede darles a aquellos que desean dedicarse en un futuro al periodismo deportivo?

Les diría que el comunicar es una profesión muy atractiva, que requiere mucho esfuerzo y trabajo, pero que sí de verdad les gusta esto, no dejen escapar ninguna oportunidad, que hagan todo lo que les ofrezcan. Esta carrera necesita una gran preparación, también dejar un poco de lado a la familia y a los amigos y, sobre todo, renunciar al tiempo porque cuando los demás están de fiesta o de vacaciones, tú trabajas y nunca puedes disfrutar de un fin de semana, ya que siempre hay competiciones importantes. Quiero decir que vamos un poco al revés de los demás y eso mucha gente no lo entiende, por eso, hay que tener mucha fuerza de voluntad.

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